"Un delicado tejido guarda entre sus finos hilos, historias llenas de constancia, paciencia y amor por el arte. Así como características especiales definen a los marabinos, así de particular es la técnica que da vida a los “Soles de Maracaibo”. Aún y cuando su origen se dio en las Islas Canarias, las manos de un grupo de mujeres lograron imprimir el sello autóctono de la Tierra del Sol Amada.
Una de estas extraordinarias damas que mantiene viva una de las
expresiones artísticas que identifica a la ciudad, es Elba Graciela
Montero de Rondón. La curiosidad, llevó a una joven de poco más de 20
años a interesarse por los complejos tejidos.
Pero fue su dedicación lo que la mantuvo atrapada entre los telares que
permiten brillar cada día entre diferentes figuras, los Soles de
Maracaibo. Hoy, 50 años después, la maestra del tejido se confiesa
“Feliz por el trabajo que realiza y que significa mucho en su vida”.
Sus manos aunque con movimientos lentos y marcadas por los surcos de la
edad, no han sido impedimento para continuar tejiendo. “No considero
que mi trabajo sea difícil, pero si laborioso y requiere de paciencia”.
Cada noche sentada en una silla en la sala, toma su telar, una aguja y
entre el silencio y la compañía de su esposo, le da vida a los
“maravillosos soles”.
Soles en su vida
Desde la primera vez que Elba asistió a la Escuela de Labores María
Teresa Rodríguez del Toro, en la Calle Carabobo, su fascinación por
aprender todos los detalles referentes al tejido no se detuvo. Como
instructora, conoce el mejor hilo para trabajar y se familiarizó con
cada uno de los nombres que llevan los tejidos como: Palma abierta,
Azucena con laurel, Orquídeas y la Cruz de Santiago de Compostela.
Orgullosa de cada puntada, la anciana conserva en su casa una colección
de sus primeros trabajos. Con detenimiento admira cada uno de los
soles, que representan un recuerdo en su memoria.
Al contrario de otras tradiciones que sobreviven a la amenaza del
tiempo, los soles se mantienen presentes. Para ellos cada tarde de los
martes y jueves, Elba acude al museo de Artes gráficas Luis Chacón en la
Alcaldía de Maracaibo, para dictar cursos del llamativo tejido.